Barracas, ese barrio que supo latir al compás del puerto y la industria, hoy brilla con una oferta culinaria que combina tradición, innovación y calidez. Desde las clásicas parrillas y pizzerías hasta los cafés de especialidad y las pastas artesanales, este itinerario de sabores revela por qué el sur de la ciudad se ha convertido en un destino imperdible para los amantes de la buena mesa.
1. El Arte de la Parrilla Porteña
El asado es parte del ADN argentino y en Barracas está presente con maestría. Parrilla La Familia (Av. Gral. Tomás de Iriarte 2101) es un templo del fuego donde el vacío y el asado de tira se sirven en un entorno familiar, con horno de barro y chimenea acogedora. Su chorizo criollo, jugoso y dorado, acompaña perfectamente una copa de malbec local. A pocos minutos, Parrilla Montes de Oca (Av. Montes de Oca 1592) ofrece una experiencia similar, con achuras que incluyen chinchulines y mollejas preparados al punto justo. El ambiente rústico, con mesas de madera y barriles reciclados como mesas altas, evoca el espíritu portuario que caracteriza al barrio.
2. La Tradición de la Pizza en Dos Claves
La pizza forma parte de la identidad porteña y en Barracas se celebra en dos vertientes. Pizza-Restó San Miguel (Av. Montes de Oca 1002) reinventa la masa fina con combinaciones creativas: burrata y jamón crudo, o fugazzeta rellena con queso de cabra. El espacio, con DJ en vivo y selección de cervezas artesanales, lo convierte en un punto de encuentro moderno. Por su parte, Pizzería Los Campeones (Av. Montes de Oca 856) conserva la receta tradicional: masa esponjosa, muzzarella abundante y borde crocante. Sus porciones generosas y sabor clásico atraen tanto a familias como a foodies nostálgicos.
3. Pasta Artesanal y Cocina Mediterránea
La herencia italiana se plasma en la frescura de los fideos artesanales. Monti Bar de Pastas VII (Brandsen 1419) ofrece ravioles de ricota y espinaca, gnocchi de batata y salsas caseras que cambian según la temporada. El servicio atento y el ambiente luminoso hacen de cada almuerzo una experiencia apacible. Cerca de allí, La Posta de Antonio (Gaspar M. de Jovellanos 919) combina platos clásicos como lasaña de carne con propuestas más osadas, como fetuccini al limón con anchoas. Su decoración minimalista y su selección de vinos por copa invitan a sobremesas prolongadas.
4. Bares Notables y Gastropubs con Encanto
Para quienes buscan un clima nocturno distinto, Barracas suma bares que fusionan historia y vanguardia. Bar Notable LOS LAURELES (Av. Gral. Tomás de Iriarte 2290) funciona en un histórico almacén reciclado: lámparas antiguas iluminan molduras originales y mesas bistro. Su menú de picadas gourmet y cócteles clásicos, como el gin tonic con romero, lo convierten en un refugio romántico. En cambio, El Viejo Vulcano (Bolívar 1779) apuesta a la música en vivo y a una carta de tapas de autor: brochettes de verduras grilladas y mini hamburguesas de cordero.
5. El Sabor Casero de los Restaurantes Familiares
La comida que alimenta el alma también tiene su espacio en Barracas. Restaurante El Pato Loco (Gonçalves Días 873) es famoso por sus guisos abundantes: carbonada criolla, locro de maíz y puchero con chorizo colorado. La vajilla colorida y las mesas compartidas evocan el comedor de casa. Cerca, La Flor de Barracas (Av. Suárez 2095) equilibra opciones vegetarianas, como las empanadas de humita, con carnes a la parrilla. Sus postres, especialmente la pannacotta de dulce de leche, son un cierre perfecto para un almuerzo dominical.
6. Deli y Repostería: Dosis de Dulzura
Para un break dulce o un brunch relajado, Barracas cuenta con auténticas delicias. Strudel Barracas (Olavarría 1601) sirve tartas de manzana al estilo centroeuropeo y strudels de frutos rojos recién horneados. El aroma a canela llena el local, donde la decoración en tonos pastel invita al descanso. A pocas cuadras, Moka & Deli (Av. Montes de Oca 1144) combina panadería artesanal con sándwiches gourmets: bagels rellenos de salmón ahumado y avocado toast con semillas.
7. Cafés de Especialidad: El Ritual del Buen Café
El café se ha convertido en un arte y Barracas lo celebra con baristas de alto nivel. Café Martínez (Av. Montes de Oca 855) ofrece un espacio amplio para trabajar con laptop y una selección de blends de origen argentino. Fugitivo Cafe (Pinzón 1471) es un oasis de specialty coffee: su prensa francesa y el cold brew de cereal tostado destacan por su complejidad. Para un ambiente más íntimo, Culto Café (Av. Regimiento de Patricios 76) y Base Café (Brandsen 1487) proponen cafés de microlotes acompañados de pastelería casera, ideal para encuentros casuales.
Una Ruta de Sabores y Encuentros
Barracas demuestra que la identidad barrial se construye también a través de la gastronomía. Cada restaurante y café pone sobre la mesa la historia del barrio: la fuerza del puerto, la memoria de las familias inmigrantes y la creatividad de nuevos emprendedores. Un recorrido por estos locales invita a degustar asados llenos de tradición, pastas que honran recetas centenarias y cafés que revalorizan el grano. Así, en cada bocado y en cada sorbo, Barracas revela su esencia: la de un barrio que se reinventa sin perder su alma porteña.