Esquina de Avenida Suárez y Arcamendia, Barracas
Fundado en 1906 · Café Notable de la Ciudad de Buenos Aires
En el corazón del Barrio de Barracas late uno de los bares más antiguos y emblemáticos de la ciudad: La Flor de Barracas. Con más de un siglo de historia, este cafetín conserva intacta su atmósfera de fonda española, su mobiliario original y las huellas de la vida barrial que transcurre desde sus mesas de madera.
Orígenes y Evolución
Nacido en 1906 como bar de esquina, pasó a convertirse en fonda atendida por mujeres españolas refugiadas de la Guerra Civil, quienes “transmitieron sabores de la península en cada plato”. A lo largo de su trayectoria fue restaurante, sala de billares y hasta locutorio, cambiando de nombre en épocas turbulentas —“Génova”, “Tarzán” o “La Puñalada”, este último inspirado en una pelea legendaria— antes de recuperar en 1965 su denominación definitiva.
En 2009, Victoria Oyhanarte adquirió el local, sumándolo al circuito de Bares Notables en 2011. Posteriormente, el gestor cultural Carlos Cantini impulsó su revitalización incorporando actividades artísticas y consolidándolo como “mucho más que un espacio gastronómico”.
Espacios Emblemáticos
La Flor despliega tres ámbitos diferenciados:
- Salón Principal: barra de madera maciza, ventanas fileteadas y botellas antiguas como floreros.
- Patio Arolas: semiabierto, bautizado en honor al bandoneonista Eduardo “Tigre” Arolas, ideal para quienes buscan comer al aire libre.
- Salón Villoldo: espacio para eventos y shows, nombrado por Ángel Villoldo, padre del tango.
Estos ambientes confluyen en un refugio cultural donde conviven cenas tradicionales, mesas de ajedrez, fogones y ciclos de música en vivo.
Herencia Cultural y Personajes
La Flor de Barracas ha sido testigo de la vida de obreros ferroviarios, artistas y payadores. Se dice que Gabino Ezeiza, célebre voz del payador criollo, incluso vivió en la pensión anexa, transformada en hostel durante décadas. Los muros resguardan historias de bandoneones, tertulias literarias y apuestas de antaño, mientras el bar sostiene un proyecto cultural que “excede la taquilla, busca dejar un legado y generar debate en la comunidad”.
Cocina de Bodegón con Toque de Tradición
La oferta gastronómica abraza clásicos porteños:
- Desayuno y merienda: medialunas, tostados y café con leche (nada de flat white).
- Mediodía: buñuelos de acelga, tortilla de papas, milanesas a caballo, pastas caseras y menúes del día como lengua a la vinagreta con ensalada rusa.
- Noches: carta más elaborada, manteles blancos, platos como la “Flor de milanga” con fileto, mozzarella, panceta y huevos fritos, tablas de fiambres y postres de flan o mousse de chocolate.
Los precios, ajustados al espíritu de bodegón, invitan a redescubrir sabores auténticos en un ambiente donde cada ingrediente suma valor patrimonial.
Renovación y Futuro
Tras un cierre obligado por la pandemia de COVID-19, La Flor reabrió en diciembre de 2023 con restauración de pisos, paredes y mobiliario original, recuperando su “alma” como punto de encuentro de vecinos y creadores. Proyecto tras proyecto, sus gestores apuestan a abrir domingos familiares y consolidar un espacio donde el sur porteño respire historia, cultura y gastronomía.
La Flor de Barracas no es solo un bar histórico: es un testimonio vivo de la identidad barrial, un lugar donde el pasado industrial y las tradiciones españolas conviven con propuestas culturales de vanguardia. Visitarlo es asomarse a más de un siglo de memorias compartidas en cada rincón.